Sujeté con fuerza el cuchillo, las palmas de mi
mano ardían, caminé con sigilo y él parecía dormir plácidamente en la cama
donde muchas veces se entregaban entre risas y caricias, donde platicaban sobre
su futuro, donde él le decía lo hermosa que era ella, esos recuerdos venían a
su mente mientras se montaba sobre él, pasó de manera delicada su mano sobre el
rostro de su amado, colocó lentamente el cuchillo sobre su cuello,
presionándolo cada vez más hasta que apareció una ligera línea roja. A lo lejos
podía escuchar su voz “amor me estás lastimando, amor no lo hagas”, no
obstante, las voces en su cabeza eran más fuertes “hazlo, sigue presionando, no
pares, hazle daño como te lo hicieron a ti” era lo que decían, ninguno de los
dos sabía lo que sucedería esa noche del 16 de Junio de 2019 ¿cómo llegaron a
esa situación si los dos se prometieron amor?
Un par de meses antes.
Ella era una mujer joven llamada Deidara, que a
pesar de venir de una familia que la quería, de tener amigos que la estimaban,
no había experimentado el amor real de pareja, en general no sabía cómo era
estar en una relación amorosa, si bien ya había tenido dos parejas previas,
con ninguna de ellas había durado más de un mes, ¿cuál era la razón? pues
simplemente no sentía ese cosquilleo que dicen sentir, no había logrado
conectar con ninguno de ellos, para ella simplemente era llevar el titulo de
novios sin serlo, incluso en ocasiones tenía nula intención de relacionarse con
hombre.
Aquella joven mujer de 23 años de edad, con el
tiempo adquirió un carácter fuerte o al menos eso era lo que ella quería
proyectar. Ante las relaciones de tipo amorosa ella se negaba a aceptar que
necesitase una, ella se sentía completa, no necesitaba que nadie la completara,
sin embargo en el fondo de su corazón lo que realmente quería y anhelaba era
una dulce pareja que la amara. Parece ser que él llegó en ese momento indicado
de su vida, alterando en lo que ella creía.
Inició como un cuento de hadas, citas en un parque
donde sus pláticas estaban envueltas en timidez, a pesar de solo pasar unos
minutos juntos era suficiente para ellos, pues querían sentir la presencia del
otro. El primer beso fue algo torpe, ella acostada en su regazo mientras sus
ojos cerrados estaban, sintió como él se acercaba con cautela, hasta el punto
de escuchar su respiración cercana “¿me va a besar?” pensó ella, sin embargo,
después notó como él se alejó, la desilusiono un poco pues ya se había
preparado para un beso tierno. Minutos después algo la sorprendió ¡dulces! sus
labios era dulces, también logro sentir las cálidas manos de él alrededor de su
rostro. Después de todo él decidió besarle, sus labios se movían de manera
suave y algo tímida, pues se estaban conociendo por primera vez. A decir
verdad ella no buscaba algo formal, pero lo que no sabía era que él
comenzaría a enamorarla. Él fue el primero en decir que quería intentarlo, él
quería estar a su lado, él cumplía sus caprichos, él le dijo que la apoyaría en
los momentos difíciles porque eso era lo que hacían las parejas, él fue la
primera persona que le hizo el amor, él se había ganado su confianza. Ella se
entregó a él en cuerpo y alma, confiaba ciegamente en él.
Su relación parecía color de rosa, a decir verdad,
de rosa era el color de la venda que ella traía en sus ojos llenos de
esperanza, aquellos ojos que lo miraban con amor, aquellos ojos cafe obscuro
que se negaban a aceptar que él no quería salir con ella en público pero si
llevarla a la cama, él quien le decía que estaba ocupado, él quien después de
tener relaciones sexuales le pedía que se fuera de su casa, él quien le repetía
una y otra vez que ella no era lo más importante, que tenía muchas otras
prioridades, aquellos ojos que se negaban a aceptar que él ya tenía a alguien
más. En su pensar, ella tenía la culpa de todo, creía que si solo se dedicaba a
apoyarlo todo estaría bien. Incluso aquel día en el que acudieron al hospital
para que ella se realizara la prueba de embarazo, claro que ella entró sola
mientras él la espero sola pues según él, ella podría haber ido sola, es normal
que tú pareja quien te prometió estar a tú lado y con
la que quizás vayas a tener un bebe te mande sola a realizar ese tipo de cosas
sin tener su apoyo emocional, a pesar de que ella por dentro se moría de miedo,
eso era normal ¿cierto? Después de salir del hospital las primeras palabras de
su amado fueron “¿Tú qué harás? Por qué yo tengo cosas
importantes que hacer”. Todo estaría bien, ¿cierto?, solo tenía que
resistir.
Domingo 16 de junio de 2019.
En esa noche dos amantes que solo hacían el amor
terminaron en una situación de horror. Él disfrutaba estando arriba de ella y
ella estando abajo se había dejado llevar por sus sentimientos, pero los
recuerdos llegaron a atormentarla, recuerdos que no venían a su mente
precisamente, sino a su cuerpo, esa sensación de terror que recorría su cuerpo
la reconocía como algo que ya había pasado hace tiempo. “¡Para!, ya no sigas”
fueron las palabras que le dijo a su amado, él paró sin comprender la
situación, solo pudo ver como su amada rompía en llanto evitando el contacto.
Quisiera decir que él la consoló hasta que ella
encontró la paz en sus brazos cálidos.
Quisiera decir que logró suprimir las voces en su
cabeza.
Quisiera decir que no veía como amenaza a la
persona que ella amaba.
Quisiera decir que el cuchillo no presionó su
cuello.
Quisiera decir que él se defendió.
Quisiera decir que ella mato a la persona que la
había lastimado de pequeña y no a una persona “inocente”.
Quisiera decir que ella no es una asesina.
Quisiera decir que ella no es una mala persona.
Quisiera decir que su amado no la llevó a ese
extremo.
Quisiera decir que él fue completamente inocente.
Quisiera decir muchas cosas...
Quisiera decir que tuvo el valor para afrontar la
vida y que esta vez no logró suicidarse.
Domingo 16 de junio de 2019.
Deidara:
Solo siento como mi cuerpo se desvanece por
cada minuto que pasa ¿es así como va a acabar? ¿mis sueños se estancarán de
esta manera?
Abro mis ojos de golpe, mi piel empapada en sudor,
volteo a mi alrededor tratando de ubicar el lugar donde estoy, poco a poco me
doy cuenta que es mi habitación, aquella que tiene paredes blancas con
atrapa-sueños colgando, la sabana con estampada de minnie mouse que mi hermana
me había regalado, miro mi celular para ver la hora 9:27 am, 16 de junio de
2019 es la fecha. ¡Vaya sueño he tenido!
Me recuesto nuevamente en la cama, volteo a ver la foto de mi novio que
está en mi mesita al lado de la cama, reviso nuevamente mi celular y no
encuentro ningún mensaje de él a pesar de la discusión de ayer, ¿está mal que
le reclame porque sale todo el tiempo a tomar con sus amigos y cuando yo le
pido salir el solo se fastidia?
Aún recuerdo el día de la prueba de embarazo, mi corazón se rompió en
mil pedazos pues solo quería su compañía. Me comienzo a cuestionar si esta es
la relación que había estado soñando, creo que a su lado he tenido más momentos
malos que buenos, lo amo demasiado pero si continúo de esta manera ¿cómo
acabaré yo?, ahora que lo pienso, he dejado de hacer las cosas que disfrutaba,
creo que las he dejado desde que comencé a salir con él. La mañana se me va con
esas ideas en la cabeza, decido tomar un baño para refrescarme, después decido
vestirme con un lindo vestido primaveral y zapatos que le combinen no puede
faltar, tomo mi tiempo para comenzar a maquillarme pues es algo que me encanta,
es como si pudiera hacer una obra de arte en mi propia cara, jugar con los
colores. El día de hoy lo vería a él, nuevamente solo iría su casa, sin
embargo, esta vez sería diferente, es decir, mil veces vi la película "soltera codiciada" ¿cómo rayos no me di cuenta que tomaría este rumbo nuestra relación?, allí va otro reproche.
Antes de llegar a su casa camino por el parque pensando en que debería seguir los consejos que le he dado a mis amigas anteriormente, a pesar de que lo amo, debo amarme más a mi misma, todo mi mundo gira alrededor de él, estoy siendo egoísta conmigo misma. Sé perfectamente que me preguntará la razón por la cual quiero terminar la relación, ya lo hizo una vez y terminé por retractarme de mi decisión, esta vez no será así. Esta vez no solo romperé con él, también recuperaré a mi vieja yo más fortalecida que nunca.
Me empezaré a valorar y a amar. Comenzaré a vivir para mí.